
Hay historias que se escriben desde la pasión, el esfuerzo y la autenticidad. La de Nazaret Mendoza, directora del hotel Flamenco Conil, es una de ellas. Con una sonrisa siempre presente y un espíritu incansable, su trayectoria profesional no es solo un ejemplo de liderazgo femenino, sino también un homenaje al arraigo, la familia y al amor por su tierra: Conil de la Frontera.
Un sueño que nació entre olas, recepciones y veranos inolvidables
Desde niña, los veranos en la playa junto a sus abuelos eran pura magia. "Recuerdo venir con mi abuelo Francisco y mi abuela Antonia. Mi bisabuela tenía su casa cerca de aquí y veníamos a la playa de la fuente del Gallo juntos muy a menudo." Las visitas al hotel Flamenco Conil dejaron huellas profundas. “Jugaba a vender habitaciones y viajes”, recuerda entre risas. “Me encantaba ver como en recepción hablaban otros idiomas y me llamaba siempre mucho la atención. Era como tener un súper poder...".
Ese hotel, con su aroma inconfundible y vistas al Atlántico, no era solo un edificio: era parte de su historia familiar. "Mi madre ha dedicado más de 10 años de su vida a Flamenco Conil, es una enamorada del hotel al igual que yo... el hotel ha sido un lugar especial para nosotras." Hoy, como directora, Nazaret guía ese mismo lugar con ternura y responsabilidad.
Una carrera construida con pasión, constancia y humildad
El camino de Nazaret fue tan firme como ilusionante. Estudió Turismo, perfeccionó su alemán en estancias veraniegas en Alemania y culminó su carrera en Frankfurt. Tras varias experiencias profesionales, la decisión de formarse como directora fue un punto de inflexión. “Sentía que quería pasar de recepción a formar parte del equipo directivo”, confiesa.
El destino la llevó hasta Hipotels, de la mano de grandes referentes como Alberto García (Director Hipotels Gran Conil) y Gabriel Bover (Director General Hipotels Andalucía), quienes confiaron en su talento y la hicieron sentir parte de la familia desde el primer día. "Me sentí muy agusto durante el proceso de selección ya que tanto por parte de Alberto como de Gabriel Bover me sentí muy respaldada desde el primer instante..." Poco después de incorporarse como subdirectora en Hipotels Gran Conil, llegó el momento que tanto había soñado: asumir el liderazgo de Hipotels Flamenco Conil, el hotel de su infancia.
Liderar desde el corazón y con los pies en la tierra
"Liderar Flamenco Conil, el hotel de mi infancia, es algo difícil de describir." Se siente muy emocionada y afortunada por todas las historias vividas entre esas paredes.
Nazaret expresa una enorme gratitud hacia el Sr. Bover y la familia Llull por la confianza depositada en ella. "No todo el mundo tiene la gran oportunidad de trabajar en un lugar tan lleno de significado personal para uno mismo". Y, sobre todo, siente una gran responsabilidad: cuidar cada detalle, cada trabajador, cada experiencia para mantener viva la esencia del hotel.
"No puedo sentirme más orgullosa del equipo del que tengo la suerte de formar parte y la familia Flamenco Conil. Tengo el placer de contar con empleados que llevan aquí desde el principio de su historia y el aprendizaje que nos transmiten es enorme. Transmiten todo el amor y el sentimiento de pertenencia que tienen a esta casa..."






Consejo para las nuevas generaciones
“Vive esta profesión con los ojos y el corazón abiertos”, aconseja a quienes empiezan en el turismo. Aprender de cada experiencia, cuidar de las personas y mantener la ilusión son, para ella, las claves de un camino lleno de aprendizajes que van mucho más allá del trabajo.
Tip de viaje: explora la playa Fuente del Gallo
Si visitas Conil, no dejes de acercarte a la playa Fuente del Gallo, a solo unos minutos del hotel Flamenco Conil. Es un rincón ideal para disfrutar de un atardecer inolvidable o pasear por la orilla en plena calma. Ideal para familias o para perderse en soledad con el sonido del mar.